Stieg Larsson dudaba de que sus novelas fueran tan buenas como le juraba su editor
Salen a la luz en un libro varios e-mails en los que insiste en que «no se guarde» comentarios negativos, que él «puede» con ellos

En las biografías ejemplares de grandes autores póstumos siempre se tiende a dar más o menos por hecho que, con la posible excepción de Kafka, todos tenían clarísimo que sus escritos iban a partir con todo. Si no en vida de ellos, en la de la posteridad. Pero lo cierto es que mientras las mieles del éxito no llaman a la puerta duda de sí mismo el más pintado. Incluido Stieg Larsson , que al parecer recibió con regocijo, pero también con cierta incredulidad, la entusiasta acogida de sus editores a la trilogía «Millennium ».
En varios correos electrónicos a punto de ver la luz les agradece sus «halagadores» comentarios pero también les ruega con insistencia que no se guarden ninguna mala crítica, que él «puede» con ellas. Ésta y otras curiosidades saldrán oficialmente a la luz este viernes, 26 de noviembre , que es la anunciada fecha de publicación de la edición de luxe de la trilogía «Millennium», una caja que contiene las tres novelas y también el libro «On Stieg Larsson», una mirada a la intimidad del autor. Incluye cuatro ensayos de Larsson y también un revelador intercambio de e-mails con su editora, Eva Gedin, a medida que va finalizando la redacción de sus famosos libros.
En estos correos Larsson ilustra algunas de las dificultades con que se encontró al escribirlos. Contento porque en la editorial le reconozcan que está innovando y casi que revolucionando el género de la novela negra, deja claro que esa ambición es tanto su orgullo como su cruz . Su afán de apartarse de las convenciones y tejer una red de personajes mucho más complejos de los que suelen aparecer en este tipo de novelas le trae por el camino de la amargura. Aún quedando al fin contento con los resultados.
Otra cosa que le obsesiona es encontrar un justo equilibrio entre el bien y el mal. Con todo lo rompedoras y hasta antisistema que son sus novelas, Larsson no quiere que en ellas nadie se vaya de rositas. Quien la hace, la paga: « Aborrezco esas novelas de misterio donde el protagonista puede hacer todo lo que le sale de las narices , cosas que la gente normal no puede hacer sin atenerse a las consecuencias; si Mikael Blomkvist le dispara a alguien, así sea en defensa propia, va a tener que sentarse en el banquillo».
El concepto del bien y del mal
La única excepción a la regla, reconocida por él mismo, es su inigualable heroína Lisbeth Salander . La misma que él siempre dijo que en su cabeza era como la versión adulta (y terriblemente desengañada de la Humanidad) de Pippi Calzaslargas . En estos correos no emerge explícitamente tal comparación pero sí se insiste en la singularidad del personaje: « Lisbeth Salander es una excepción simplemente porque es una sociópata con rasgos de psicópata, y no funciona como la gente normal . Ella no tiene el mismo concepto de bien y mal. Pero aún así tiene que enfrentarse a las consecuencias». O a las causas, según se mire.
Larsson también admite que siempre tuvo la intención de invertir los tradicionales roles sexuales entre Blomkvist y Salander, y que sus novelas no serían la misma sin el enorme trabajo invertido en la galería de secundarios. Y tras entregar el volumen tres de la trilogía concluye: «Hmm, no puedo estar al cien por cien seguro, pero tengo la impresión de que vosotros estáis seriamente entusiasmados con mis libros . OK, yo sé que no son malos, y por supuesto me encanta recibir críticas tan halagadoras, pero de verdad espero que no estéis, por ninguna razón, guardándoos comentarios negativos. Soy perfectamente capaz de asumir una mala crítica».
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete