Patricia Highsmith
Ocho mil páginas de gozos y sombras escondidas en el armario de las sábanas
Anagrama publica en un monumental autorretrato de la autora de 'El talento de Mr. Ripley'' a partir de los diarios y cuadernos que escribió en secreto durante toda su vida
El último misterio de Patricia Highsmith

Fenómeno editorial de la temporada, los diarios de Patricia Highsmith llegan tarde para celebrar el centenario de nacimiento de la autora, pero justo a tiempo para reavivar ese culto que, asegura el editor Jorge Herralde, empezó a expandirse por España en cuanto ... Anagrama recuperó sus novelas a principios de los ochenta. 'El talento de Mr. Ripley', número cinco de la entonces recién nacida colección Panorama de Navarritas, la de 'la fiebre amarilla', abrió la veda y fue el punto de partida de una operación rescate que se tradujo, en las décadas siguientes, en la publicación de toda la obra de la estadounidense.
También en un éxito que incluso Highsmith, aparentemente huraña y poco dada a la cortesía, supo reconocer. «Hace muy poco descubrí el discurso que dio cuando estuvo en Lleida en 1987 y lo maravilloso es que ella nunca hablaba de sí misma; no explicaba que en su juventud había trabajado para la industria del cómic... Pero en Lleida lo hizo. Y eso es porque adoraba a sus lectores españoles y les agradecía el éxito que había conseguido gracias a ello», explica la editora Anna von Planta.
Un Everest literario
Normal que sea la editorial barcelonesa la encargada de poner ahora en circulación en España 'Diarios y cuadernos. 1941-1995',monumental autorretrato repleto de sombras, gozos y escorzos que resume las más de ocho mil páginas manuscritas que Highsmith, fallecida en 1995 de cáncer y anemia, dejó guardadas en un armario de su casa de Pegna (Suiza). Ahí estaban, entre sábanas blancas recién planchadas, 38 cuadernos y 18 diarios; «una larga y ordenada hilera» de 56 volúmenes que ofrecía un testimonio impagable de la vida y la obra de la autora de 'El diario de Edith'. «Ocho mil páginas densas, densísimas. Como subir el Everest», añade Von Planta, quien rescató todos aquellos cuadernos junto a Daniel Keel,albacea literario de Highsmith. «Pocas semanas antes de su muerte nos dijo que llevaba años escribiendo diarios, y nos pareció algo increíble tratándose de alguien tan reservada con su propia vida. Sabía separar perfectamente persona y personaje, y ni periodistas ni biógrafos conseguían sacarle más que un sí o un no. Era maravilloso. No podíamos creerlo«, rememora Von Plant, responsable también de la edición de 'Diarios y cuadernos'.

Localizarlos, sin embargo, no fue tarea fácil. «Después de su muerte buscamos por todos lados, pero no aparecían. Estábamos al borde de la desesperación, así que me pregunté dónde yo, como mujer, escondería mi tesoro más preciado para que solo lo encontrara la persona adecuada. Sería un lugar puro y fresco, donde a nadie se le ocurría buscar», explica. Dicho y hecho, Von Plant localizó el armario de la ropa blanca y encontró entre las sábanas el alma impresa, puro negro sobre blanco, de Patricia Highsmith. «Los 56 volúmenes estaban ahí, esperándonos como soldados», añade.
Compulsión y acritud
A partir de ahí empezó la titánica labor de convertir en un artefacto manejable y legible todas esas entradas que, entre 1941 y 1993, resumen a la perfección el consejo que, cuenta la leyenda, le dio a Highsmith su primer agente: «Vive compulsivamente para convertirte en una gran autora«. A ello se entregó con denuedo una escritora enigmática que, recuerda Von Plant, pasó de querer comerse el mundo a encerrarse en sí misma. »Al final de su vida sentía acritud hacia todo el mundo«, apunta.
Antes de eso, los diarios de Patricia siguen los pasos de la joven que, en el Nueva York de los cuarenta, sueña de día y escribe de noche mientras fantasea con una vida como las de las parejas que ve camino a casa. «Anhela vivir una vida parecida, ya que todo hubiese sido más fácil para ella», destaca la editora. El éxito de la adaptación cinematográfica de 'Extraños en un tren', su primera novela, le abrió las puertas del Olimpo literario, pero su vida, como sus novelas, siempre estuvo sobrada de turbulencias y contradicciones. De ahí que uno de los objetivos de estos diarios sea equilibrar todas las facetas de la autora de 'Carol' para explicar cómo acabó convertida en uno de los grandes enigmas del siglo XX y en figura capital de la novela negra y alrededores.
«Podíamos haber optado por una vía más sensacionalista y dar más peso al género fluido. O a la política. O a cómo atacaba su obra. Pero hemos intentado encontrar un equilibrio en todos los aspectos clave de su vida y su obra», resume la editora para explicar cómo ocho mil páginas se han convertido en un volumen de poco más de mil.
MÁS INFORMACIÓN
Sobre el papel esto se traduce en que se han eliminado dibujos, fragmentos de sus propias obras, repeticiones y «chismorreos» (aunque no todos) y se han mantenido entradas que dan cuenta del racismo y antisemitismo de la autora. «Su racismo no era muy pronunciado, ya no le gustaba como actuaba su familia en Texas en una sociedad aún segregada. Su antisemitismo, en cambio, pasó por varias fases: estuvo presente en los años 40, como en muchas figuras de Estados Unidos como Lindbergh y Henry Ford, en los 50 y los 60 no aparece; y regresa en los 70 y los 80 cuando critica las políticas de asentamiento de Israel», recuerda una editora para la que si algo hizo Highsmith fue entregarse «en exceso a la vida» y zambullirse también en exceso en el escribir. Como muestra, esta desbordante radiografía de sí misma.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete