Especial gallos: el camino más recto y chillón hacia la eternidad musical
Tierra trágame
Muchos cantantes populares han entonado alguna vez una nota falsa y aguda ridícula. De Alicia Keys a Manel Navarro, aquí el panteón de los horrores vocales
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«Gallos que yo te pinte, demonios se tienen que volver», que no cantaba J, el líder de Los Planetas, puesto que con su voz murmurante los gallos habrían sido ininteligibles tanto la letra como el propio ejercicio de anomalía vocal aguda risible. Aunque ... en la historia del pop sí ha habido gallos impepinables. El último, cortesía de Alicia Keys, un 'castrato' que dio la vuelta al mundo porque la gente ama estas cosas.
'El gallo de Alicia Keys que la NFL no quiere que oigas', titulábamos en ABC hace unas semanas ante una audiencia en la Super Bowl de 123 millones (el programa más visto de la historia de Estados Unidos). La artista salió con Usher a cantar 'If I ain't got you' y marcarse un gallo en el 'prime time' de los 'prime times' para recuperar el tono con cierto susto en la cara. Salvó el papelón, al menos.
Pero sigamos en el alegre museo de los horrores vocales, hablemos de la repugnante pubertad. De Justin Bieber, que lanzó uno justificable por hacerse mayor. Pero en esas hubo otro de un Luis Miguel pubescente que duele oír, parece el chirrido de una puerta con ultrasonidos, un graznido casi inhumano con una estética cercana a nuestro Pirri quinqui. En julio el mexicano ya tiene vendidos un par de Bernabéus, nada mal lugar para rememorar aquel gallo al cielo de la Champions League del canteo que generó el tremendo precio de las entradas. Eso sí sería punk.
Porque, recordemos, esto no es un falsete. «Un gallo es cuando en el quiebre que se presenta en el puente la presión de las cuerdas vocales sigue existiendo después de ese punto», dice el 'vocal coach' Eddie Robson. Y si no que se lo digan a Whitney Houston quebrando su 'I Will Always Love You' escasísima de voz y culpando al aire acondicionado en aquel regreso a Londres en 2010. Y Bisbal, la Pantoja, un osado Daddy Yankee sin autotune… todos.
Y un favorito. El desconocido desde 2017 pero siempre presente Manel Navarro. El joven artista-surfer, en el preBenidorm Fest, hizo un corte de mangas tras ser elegido por los jueces entre gritos de tongo del público. Y, luego en Eurovision, el gallo del corral lanzó un ídem que le granjeó absurdas amenazas de muerte, le escupían por la calle... No sabíamos que en nuestro país se tomara nadie el arte tan en serio. Perdón, Eurovisión. Ya...
Gentes tipo Marianne Ax, presidenta de la Asociación de Profesores de Canto de España, cuando 'Rolling Stone' le preguntó por la voz de Ariadna, la de Los Punsetes: «'¿Esto es una broma? No veo técnica por ningún lado y suena totalmente desafinada. ¿Le gusta de verdad a alguien? ¡Pero si es desagradable de escuchar! Absolutamente terrible». Quiquiriquí, Marianne... ¡el amanecer dorado del arte pasó!
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