sEMANA DEL ARTE
'Wametisé', 'Perfiles' y 'Opening': el futuro, según ARCO
ARCO'25: lOS SECTORES COMISARIADOS DE la feria
Los tres programas comisariados de esta edición abordan el mañana a través de los clichés ideológicos del presente

El tiempo se ha convertido en uno de los principales ejes de reflexión del arte contemporáneo. Numerosos creadores exploran el pasado, el presente y el futuro mediante estrategias que desafían la concepción clásica de la temporalidad, donde los acontecimientos se suceden de forma secuencial e ... histórica.
ARCO ha abordado estas rupturas del tiempo dominante en varias ediciones, especialmente tras agotar la fórmula del 'país invitado' y adoptar el nuevo modelo de bienalismo ferial, que busca conferir al evento un barniz intelectual mediante un tema compartido para expositores, foros de debate y actividades paralelas.
En 2018, las comisarias Chus Martínez, Rosa Lleó y Elise Lammer diseñaron 'El futuro no es lo que va a pasar, sino lo que vamos a hacer', una delirante amalgama de lenguajes y técnicas que buscaba contrarrestar la preponderancia de formatos tradicionales (pintura y escultura) en el programa general. En 2020, Mason Leaver-Yap, Alejandro Cesarco y Manuel Segade idearon 'Es solo cuestión de tiempo', un endeble relato sobre el arte actual construido desde el prisma temporal -asincrónico y activista- del creador cubano Félix González-Torres. Los programas comisariados de esta nueva edición retoman este interés por el tiempo y, al menos sobre el papel, mantienen una de las peores características de sus predecesores: construirse discursivamente como un conglomerado de conceptos gaseosos, a menudo ininteligibles.

'Opening' es la sección dedicada a las galerías jóvenes (menos de siete años) y constituye la más operativa dentro del engranaje de proyectos comisariados, pues implica un nivel de validación considerable dentro del circuito, brindando a sus participantes la oportunidad de establecer sus primeros contactos con un coleccionismo premium. Hasta ahora, 'Opening' había asumido esta función con cierta sobriedad, sin demasiadas retóricas conceptuales, centrada en su papel como plataforma de proyección comercial.
Enmarañados
Este año, Cristina Anglada y Anissa Touati han decidido justificar la selección de galerías con la críptica premisa «legados enmarañados de un espacio», de límites tan imprecisos que «abarca la región, pero también al mundo en general», y que tiene el escurridizo objetivo «de recuperar el futuro mediante solidaridades plurales». Pese a todo, sigue siendo el ámbito idóneo para descubrir una nueva generación de galerías que, según Anglada y Touati, «desafían las estructuras convencionales del negocio del arte contemporáneo», aunque diez de las dieciocho participantes sean reincidentes en la feria.
Menos imaginativo es 'Perfiles / Arte latinoamericano', el nuevo nombre de los tradicionales 'project rooms', dedicados a un único artista y cuya selección ha estado a cargo de José Esparza Chong Cuy. El comisario se enreda en formulaciones vagas como la «diversidad de mundos visuales», prometiendo una «variada y transgeneracional selección de artistas» destinada a «reflexionar sobre futuros más dinámicos, inclusivos y expansivos, donde la multiplicidad de realidades posibles se hace visible».
Bajo esta nube de ideas difusas, se presentan proyectos artísticos alineados con un previsible inventario de posiciones críticas: opresiones estructurales, identidades 'queer', ecofeminismo, teoría poscolonial, tradiciones indígenas e interseccionalidades varias. En cambio, se omiten otros temas cuyo debate podría ser relevante en el ámbito ferial, como las contradicciones inherentes a la propia conceptualización del arte latinoamericano como una alteridad comercializable en los mercados globales.
Maribel López, directora de la feria, lleva años buscando una línea de exploración temática que mantenga a ARCO a salvo de cualquier reflexión que interpele el contexto local que la acoge. Su solución ha sido el estudio del agua como «conector de culturas» y, a partir de este precario lema, se han articulado secciones comisariadas como 'Un mar redondo' (2023), una visión aflamencada y edulcorada del Mediterráneo que evitaba cualquier referencia a la tragedia, y 'La orilla, la marea, la corriente' (2024), que presentó el Caribe como una construcción cultural deslocalizada, guiada únicamente por afinidades identitarias.

Dentro de esta narrativa se presenta este año 'Wametisé: ideas para un 'amazofuturismo', que retoma la cosmogonía de diversos pueblos del Alto Río Negro, donde una gran serpiente que llevaba a la humanidad en su vientre asignaba a cada persona un lugar en el mundo. Comisariada por Denilson Baniwa y María Wills, reúne a artistas de distintos puntos de América Latina que imaginan un futuro inclusivo y sostenible a partir de las formas de vida pasadas y presentes de la Amazonía: sus rituales sanadores, sus modos de subsistencia, sus expresiones culturales y, en definitiva, sus maneras de comprender el mundo.
Pura ciencia-ficción
Todo ello se fusiona con visiones de futuros tecnológicos, con el fin de -según sus responsables- «explorar nuevos universos materiales y espirituales en los que el objeto artístico se entienda más allá de su existencia como mercancía». Una pretensión que, en un espacio dedicado a la compraventa de artículos de lujo como ARCO, suena a ciencia ficción.
En los próximos días veremos si esta propuesta trasciende la enésima reformulación de un exotismo antropológico, ahora con filtro ambientalista y decolonial, que convierte los imaginarios y saberes de los pueblos indígenas en objetos de consumo. De momento, la duda recae en si la serpiente del Alto Río Negro conseguirá revelar mejores futuros o si, en realidad, está siendo domada para su rentable espectáculo en la feria.
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