más que palabras
Daniel Fernández, Zenda/Edhasa: herencias con futuro
En su dilatada carrera, su último sueño más reciente es la fusión, al cincuenta por ciento, de Edhasa con Zenda, que funciona desde 2022
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Desde noviembre de 2022, cuando sustituyó a Elvira Lindo, ostenta la presidencia del Real Patronato de la Biblioteca Nacional. Cargo que suma a los de presidente de la Federación de Gremios de Editores de España y presidente de CEDRO. Todo ello desde su experiencia ... en el mundo editorial a lo largo de más de treinta años. Una superposición de sueños que comenzó cuando Francisco Rico se fijó en él como colaborador del famoso Diccionario Enciclopédico de Grijalbo. Y que no han cesado hasta hoy.
El primer sueño editorial de Daniel Fernández (Barcelona, 1961), fue el de convertirse en director gerente y literario de Grijalbo, después de que el sello, fundado por el exiliado español Juan Grijalbo en 1962, fuera comprado por el grupo italiano Mondadori. El segundo se cumplió a no mucho tardar, en 1996: habían pasado cinco años cuando se enteró de que Edhasa buscaba «publisher». Los avales de unos cuantos amigos le sirvieron para conseguir el puesto. Y Carmen Balcells, sobre todo, le hizo ver lo mucho que le convenía el cambio, más que nada porque la editorial estaba en la acera de enfrente de su casa.
El de Edhasa fue también un sueño relacionado con América y con el exilio. En este caso la aventura comenzó cuando Antoni López Llausàs, uno de los grandes impulsores de la celebración de la feria de Sant Jordi en Barcelona, salió de España el 15 de julio de 1936, asustado por el asesinato, atribuido a los anarquistas de la FAI, de Josep María Planes, el director de la revista satírica 'El be negre', de la que él era editor. Se marchó a París y más tarde a Argentina, y allí acabó convirtiéndose en propietario de la Editorial Sudamericana.
Hoy, además de su impresionante catálogo, la editorial trabaja con intensidad en tres líneas fundamentales
En 1945, con el triunfo de Perón y el conato de guerra civil, pensó en volver, y como las autoridades franquistas le consideraban víctima de los anarquistas, a pesar de su pasado federalista y republicano, logró abrir Edhasa, la Editora y Distribuidora Hispano Americana S.A., en 1946. Desde Barcelona, como importador, llegó a ejercer de «aprendiz de contrabandista», mezclando los libros oficialmente declarados con los que se publicaban en América de autores prohibidos en España. Y que se vendían en las trastiendas de las librerías.
Tras la muerte de López Llausàs, sería su nieta, Gloria López Llovet, la que se decidiría a dar continuidad a la editorial. Con dieciséis años, por las mañanas estudiaba con las monjas irlandesas, y por las tardes iba tomando las riendas de las dos editoriales. La llegada de Daniel Fernández se produjo al final de una larga etapa de crisis editorial y de distribución en la España de los ochenta y primeros noventa. Hoy, además de su impresionante catálogo, la editorial trabaja con intensidad en tres líneas fundamentales: la literaria, donde encontramos libros como 'Rayuela'; la narrativa histórica y las novelas de aventuras, con títulos como 'Memorias de Adriano', y el ensayo, muy centrado en la historia y la biografía.
El tercer sueño de Daniel Fernández comenzó a forjarse en 2001, y se completó en 2008: la incorporación de Castalia. Otro clásico y, una vez más, la relación con América, porque aunque Castalia se fundó en España, un año antes que Edhasa, su colección más representativa, la de Clásicos Castalia, fue una iniciativa de otro exiliado español, Antonio Rodríguez Moñino, profesor de la Universidad de Berkeley. En el momento de la adquisición de Castalia, dice su actual director editorial, quizás pesaba más el pasado que el presente.
Hoy, sin embargo, el «peso filológico» de Francisco Rico o de los Blecua, en esta selección de ediciones críticas y estudios académicos de las principales obras de autores españoles e hispanoamericanos, la ha convertido en una colección «mítica». Pese a la desaparición progresiva, dice, de las humanidades en los planes de estudio.
Estándares de calidad
El último sueño es más reciente. Se trata de la fusión, al cincuenta por ciento, de Edhasa con Zenda, el sello de Arturo Pérez-Reverte, para la nueva colección Zenda-Edhasa, que funciona desde 2022, y a la que se suma un acuerdo para coeditar con la mexicana Madre Editorial (Milenio). Más madera intercontinental.
Así pues, ¿cómo se ve hoy el asunto del libro desde tales oteros de privilegio? Pues en general bien, tirando a muy bien tras la pandemia. Pero quizás algo sobredimensionado. A lo mejor convendría rebajar el número de títulos y apostar más por aumentar las tiradas. Ellos ya lo están haciendo. Pero sobre todo, mantener los estándares de calidad. No solo por la herencia, que pesa y de qué manera, sino por la propia exigencia de los lectores. Y entonces, ¿no es verdad que las series de televisión hayan sustituido a las novelas? No, no lo es. En el tren que toma de ordinario entre San Cugat y Barcelona, dice, hace ya tiempo que además de pantallas se ven libros. Libros que lee gente joven. Habrá que fijarse bien. La imagen promete.
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