Colección Arte Contemporáneo: memoria viva de la modernidad en España
Formada durante 29 años por una veintena de grandes empresas, constituye un proyecto pionero de mecenazgo. Las obras se exhiben en el Museo Patio Herreriano de Valladolid
El 30 de julio de 1987 comenzó una apasionante aventura en la que se embarcó una veintena de grandes empresas españolas. Nacía la Asociación Colección Arte Contemporáneo , cuyo impulsor y primer presidente fue Julián Trincado . Suponía un proyecto pionero, inédito, de mecenazgo no solo en España, sino en Europa, cuyo objetivo era la difusión del arte español. La fórmula es muy curiosa: no son los coleccionistas los que eligen las obras que adquieren, sino un grupo de asesores. Las compras se incorporan a un fondo común. Al final de año se hacen lotes equiparables en valor y se reparten entre las empresas. Es un coleccionismo atípico : las obras no cuelgan en los salones y despachos de sus dueños, sino en un museo público. Su propósito no es acumular obras, sino crear narrativas, opinión y conocimiento.
El 14 de enero de 2000 se firma un acuerdo mediante el cual la Asociación Colección Arte Contemporáneo cedía sin contraprestación económica alguna, durante cinco años prorrogables, sus fondos artísticos y futuras adquisiciones para el disfrute público en el Museo Patio Herreriano de Valladolid , que abrió sus puertas en 2002 en el antiguo Monasterio de San Benito. La fórmula escogida fue el comodato . Los empresarios son cien por cien propietarios de las obras, pero tienen la obligación de cederlas a la Asociación para ser expuestas en dicho museo. El 2 de julio de 2011 se firmó el último convenio entre el Ayuntamiento de la ciudad y la Asociación y, antes del 2 de julio próximo, debe firmarse el próximo. Este proyecto nació con vocación de perdurabilidad.
Comité asesor
«Desde sus inicios, la idea de crear la Asociación fue para hacer una colección que no existía en 1987, cuando ni siquiera el Museo Reina Sofía estaba abierto –dice María Corral, directora de la Colección Arte Contemporáneo–. Es único que estos empresarios cada año pongan dinero para las adquisiciones y lleven 29 años haciendo lo mismo, sin proponer ni decidir las compras». Siempre se ha ocupado de ello un comité asesor, coordinado por la propia María Corral . En él han estado, desde el principio, Antonio Bonet Correa y Simón Marchán . También formó parte del comité Julián Gállego y, tras su muerte, le sustituyó Valeriano Bozal . En 2003 se incorporó Eugenio Carmona .
Para este último, la clave de la colección radica en que « vincula el arte español con la modernidad . Nunca antes se había abordado una labor de recuperación sistemática y cualitativa de las relaciones entre el arte español y el arte moderno internacional. No solo se logró una reunión de piezas artísticas valiosas, sino que se modificó una visión de la cultura y la historia españolas. Su recuperación solo es comparable a la realizada por el Reina Sofía en los últimos años. Cada pieza es irreemplazable ». Subraya que «logró por primera vez en España crear un sistema de las artes . Une el mundo de la empresa con el coleccionismo, las instituciones públicas, las galerías...»
La colección atesorada en estos 29 años, formada por 1.137 obras , es transversal, diversa y compleja , alejada de las modas y la especulación. No sólo la integran nombres consagrados , sino también artistas singulares como Castellanos, Olivares o Valmalló. La calidad ha sido siempre una máxima en las compras. «Hasta que no encontrábamos la obra que queríamos, no se incluía a un artista en la colección», dice María Corral. Las adquisiciones se han hecho en galerías, ferias, subastas, pero sobre todo rebuscando en el mercado secundario . Las grandes piezas de los 20 y 30 estaban en colecciones privadas. En los últimos dos años se han limitado las compras para reflexionar sobre las necesidades de la colección. En ella hay pintura, escultura, dibujo, fotografía, pero también los lenguajes más actuales, como el vídeo y la instalación. Entre los artistas contemporáneos, Cabello/Carceller, Sergio Prego, Ángela de la Cruz...
Accesible al público
La Asociación incorporó a la colección el legado Ángel Ferrant : 34 esculturas, 406 dibujos y el archivo personal del artista, con más de 2.000 documentos. Aunque se trata de una colección meramente española, no faltan artistas extranjeros sin los cuales no se puede entender este relato: Sonia Delaunay, Masson, Barradas, Torres-García... «Se ha hecho un gran esfuerzo por coleccionar el arte moderno en España, especialmente en los años 20 y 30 –explica María Corral– y por contextualizarlo. Es la única colección en la que es posible que el público vea la historia de lo que ha pasado en nuestro país. A España le vino magníficamente la compra de la Colección Thyssen , porque es un museo de historia del arte. Esta otra colección es un museo de la historia del arte español».
Desde el inicio siempre ha habido una voluntad de que fuese accesible al público . Aparte de exhibirse en el Museo Patio Herreriano, se han hecho numerosas exposiciones por toda España y el extranjero y son continuos los préstamos para muestras en todo el mundo. Acaba de llegar del MoMA neoyorquino una de las seis obras de Torres-García que atesora. Actualmente, se muestran 131 obras de la colección, distribuidas por seis salas del museo vallisoletano. Dos de ellas acogen el núcleo duro, bajo el título «Experiencias de la modernidad. Arte español 1916-1956». Comisariada por Eugenio Carmona, explica el encuentro de la creación española con la primera modernidad del siglo XX: Barradas, Bores, Chillida, Dalí, Óscar Domínguez, Ferrant, Gargallo, Julio González, Maruja Mallo, Miró, Palazuelo, Palencia, Sunyer, Togores... Eva Lootz, Mitsuo Miura y Adolfo Schlosser centran otra de las salas, al igual que el arte de los 80. En estos momentos hay una exposición temporal de José Guerrero, que incluye las cinco obras de este artista que atesora la colección. El objetivo es que sea «un museo vivo» .
Las obras van rotando y las salas cambian, pero Cristina Fontaneda , que dirige el museo con entusiasmo, dice que «para nosotros es muy importante trabajar en relación con la colección». « Sin ella, este museo no existiría . Nació en 2002 para albergarla . Es importante para Valladolid y para España», advierte María Corral. «Es una colección irrepetible –añade Eugenio Carmona–. Aunque se tuviera el mismo capital invertido en todos estos años y las mismas ideas, no podría volver a hacerse. Obras así ya no están en el mercado». No tendría sentido que se desgajara este legado. « Tiene que permanecer unido –dice Carmona–. La fuerza del conjunto es una dialéctica irrenunciable. Si la colección se dispersase, el arte español perdería un lugar necesario, privilegiado y casi único donde apreciar la diversidad de su memoria y de su legado».
Abierta a la ciudad
Cristina Fontaneda cuenta que un día oyó decir a David Álvarez que «la colección es como un libro: cada página tiene una función, pero solo en relación al libro entero». Subraya la directora que el Patio Herreriano « ha ido abriéndose a la ciudad y ha abierto esta ciudad a la contemporaneidad . Aparte de las exposiciones, hay una programación amplísima de actividades, muy bien acogidas por el público. También nos fijamos en los artistas locales. Pero nuestro objetivo es más nacional: hacer una historia del arte moderno en España».
En 2015 el museo tuvo 45.000 visitantes . «Son cifras muy parecidas al MUSAC y por encima del Esteban Vicente », aclara la directora. María Corral añade que un número de visitantes similar tiene el Kunstmuseum de Basilea , uno de los grandes museos europeos: «No podemos perder la escala de las cosas». Para Carmona, este museo «es ya un lugar de referencia . Se están haciendo tesis doctorales en universidades de Estados Unidos. Se ha creado una red que se extiende fuera de España». Son ya 29 años de mecenazgo constante y silencioso los que lleva a sus espaldas la Colección Arte Contemporáneo, en la que se han involucrado importantes empresarios, como Salvador Gabarró, Florentino Pérez y el recientemente fallecido David Álvarez . El presidente de la Asociación, José Lladó , dice que, «si alguien quiere conocer hoy el arte contemporáneo español, no le queda más remedio que estudiar esta colección».
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