Ladrón de Fuego
'The Blues Brothers': megalómanos y gamberros
«Estamos, acaso, ante la película con la mejor banda sonora original de aquella década, los ochenta, que es mucha década»
El mitológico Paco de Lucía

John Belushi, actor y músico, fue, en general, un tronado de talento que cayó muy joven, a los 33, después de vivir una última noche de vértigos que duró dos meses, desde el ocho de enero del 82 hasta el cinco de marzo, fecha ... en que fue hallado cadáver, por sobredosis, dentro de un bungaló del Chateau Marmont, ahí en lo alto del centro de Hollywood. Tomó Belushi de todos los venenos en esas semanas, y malcomió, y no durmió, y cumplió su galope máximo de excesos salvajes, hasta que se agotó nuestro tipo, tan pirado de maestrías. Dos ratos antes había estrenado 'The Blues Brothers', en 1980, una película que es un cruce de musical y gamberrada, un equilibrio desequilibrado de blues y delirio, de estribillo y fantasmada. La he revisitado en estos días de nostalgia navideña. Estamos, acaso, ante la película con la mejor banda sonora original de aquella década, que es mucha década.
Por afueras de la música, ilustra la peripecia de dos golfos que han de reunir y animar un viejo grupo de blues para salvar de la ruina el orfanato en el que crecieron. En la aventura van asomando ángeles y demonios, mientras suena siempre fuerte una canción de prodigio. En España, la película se tradujo, no muy memorablemente, como 'Granujas a todo ritmo', y recoge un santoral inapelable de artistas en el tajo del momento, como Aretha Franklin, Cab Calloway, James Brown, Ray Charles y John Lee Hooker. Van de comparsas, casi, de Belushi, y de Dan Aykroyd, su hermano de fatigas en la historia.
Así de descabellada es esta juerga de genios. Estamos ante la apoteosis del musical, dentro del cine, y ante una película rara, por su vocación de joya de la comedia donde los coches de Chicago se incendian, las escenas logran extravagancia de tebeo y hasta sale Steven Spielberg de cameo. El dúo Belushi y Aykroyd no es un azar de un reparto exótico, sino todo lo contrario. Belushi y Aykroyd llegan a esta película después de haber sido 'Los blues brothers' en la vida misma. 'Granujas a todo ritmo' reúne una mitad de película y una mitad de canción, a la luz del amanecer de los ochenta, un amanecer al que a menudo se llegaba con las gafas de sol puestas. Ellos nos lo enseñaron.
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