Psicología
Tu psicólogo te ayuda a resolver muchas cosas, pero estas no
Muchos problemas necesitan ser tratados por especialistas y no por un psicólogo general sanitario

La salud mental ya es parte (y menos mal) de la conversación pública. Aunque hay quienes todavía tienen sus reparos en hablar de ello con naturalidad, son cada vez más las personas que expresan estos problemas y hablan abiertamente sobre ir al psicólogo .
Lo ... más importante es que, para decidir ir a la consulta de un psicólogo, no hace falta tener un problema gravísimo , o llegar a ese punto en el que ya 'no se puede más'. «La mayor parte de las personas acuden al psicólogo porque tienen un malestar psicológico desde hace tiempo que no pueden enfrentar por sí mismas. ¡Y es una pena!», se lamenta Lucía Camín, psicóloga y directora del centro de psicología Alcea . Comenta la profesional que, aunque la finalidad primera de la psicoterapia es el tratamiento de patologías psicológicas, también puede ser un lugar de crecimiento y prevención de la salud mental. La psicóloga y sexóloga Irene Payá, que reincide en la idea de que la terapia siempre suma, asegura que, pasar por un proceso terapéutico, «implica conocerse a uno mismo, lidiar con nuestros conflictos internos y cambiar patrones de conducta diarios que, aunque no seamos conscientes, nos hacen infelices».
Hay veces en las que se pueden encontrar dudas sobre en qué nos puede ayudar un psicólogo. Explica Lucía Camín que, aunque los problemas psicológicos que se abordan en terapia son muy variados, las patologías más frecuentes son las relacionadas con problemas de ansiedad o estrés, depresión y baja autoestima. «Otras personas acuden a consulta desbordadas tras haber experimentado una situación de alta carga afectiva, como una ruptura de pareja, la muerte de un ser querido, un despido, o una situación de maltrato», apunta la profesional.
Dejar la obligación de lado
Por otro lado, es de vital importancia que una persona acuda a terapia por voluntad propia , y no bajo la obligación de otros. «Ir al psicólogo a la fuerza es la peor de las opciones. La terapia consiste en que sea el paciente el que trabaje y el psicólogo el que guíe, valide, acompañe y motive en el proceso de cambio. Si el paciente no colabora, es muy difícil que la terapia funcione», asegura Irene Payá. Comenta que, si durante las primeras sesiones no hay alianza terapéutica y el paciente no colabora, lo mejor es esperar a que esté preparado, tenga conciencia del problema y quiera dejarse ayudar.
Hay veces en las que el problema que una persona quiera tratar es específico, y necesite, por consiguiente, la ayuda de un profesional más especializado. Es el caso de los problemas de índole sexual, muy comunes y que necesitan el tratamiento de un sexólogo. «Igual que un pediatra es un médico, con una especialidad, en el caso de la psicología hay quien decide especializarse en una rama concreta de la psicología como la psicología infantil o juvenil, la sexología o la psicología forense, por ejemplo», explica Irene Payá. Continuando con la peculiaridad de la sexología, comenta la profesional que en este ámbito no solo se tratan los problemas que se puedan tener, sino que también se realiza educación sexual, y se proporciona información y orientación sexual. «Podemos abordar problemas sexuales (como la eyaculación precoz, dificultades en la excitación y problemas de deseo) y conflictos de pareja (dificultades en la comunicación, la negociación y la convivencia)», ejemplifica la profesional, que añade que, en general «abordan todo lo que tiene que ver con enriquecer la sexualidad, la afectividad y la erótica».
Qué hace un sexólogo
En este caso, es importante entender que un psicólogo no puede ejercer las funciones de un sexólogo , pues como comenta Lucía Camín un psicólogo sin habilitación y formación específica no puede ejercer esas funciones. «Lo que sí puede hacer es trabajar los trastornos mentales que pueden estar influyendo en las disfunciones asociadas (por ejemplo, un trastorno de ansiedad)», dice. Por otro lado, claro, un sexólogo que no es clínico (es decir, que no es experto en tratar la salud mental y colegiado) nunca podrá intervenir ni tratar ningún problema de salud mental. En cambio, si hablamos de un sexólogo clínico, recuerda Irene Payá que, un sexólogo, antes de serlo, es psicólogo y está capacitado para intervenir en problemas psicológicos a nivel general.
Por otro lado, es muy importante no confundir a un psicólogo con un psiquiatra . La manera de abordar y tratar los trastornos mentales de un psiquiatra se centra en las variables biológicas, es decir, equilibrar el deterioro fisiológico que se produce. «Para ello recurre al diagnóstico y en su caso a la medicación adecuada», dice Lucía Camín. Por su parte, un psicólogo trata los problemas de salud mental centrándose en sus procesos psicológicos. «Realiza intervenciones con las emociones, pensamientos y conductas de sus pacientes», apunta.
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