Psicología
«Son necesarios cinco halagos para combatir cada crítica que recibimos»
En nuestro lenguaje existen más palabras para definir las emociones negativas que para las positivas, así que no es de extrañar que los pensamientos negativos estén en nuestra mente más tiempo del que deberían...

Piensa mal y acertarás dice el refrán, pero nada más lejos de la realidad... Por supuesto, si nuestra mente se adelanta y se pone en el peor de los escenarios cabe la posibilidad de que se cumplan nuestros presagios; sin embargo, cuando los pensamientos negativos ... son repetitivos y reinan en nuestra cabeza el sufrimiento que nos producen es inabarcable...
Podría decirse, eso sí, que todas las personas tenemos esa tendencia natural a pensar mal porque para nuestro cerebro lo negativo es en numerosas ocasiones más fuerte que lo positivo . Es más, según las investigaciones nuestra mente está hecha con una tendencia a la negatividad y el psicólogo Miguel Angel Rizaldos asegura que de alguna forma estamos programados para « centrarnos más en lo negativo ». De hecho, según cuenta, en nuestro lenguaje existen más palabras para definir las emociones negativas que para las positivas: «Según señalan los estudios, son necesarios cinco halagos para combatir cada crítica que recibimos».
El neuropsicólogo Rick Hanson afirma que «nuestro cerebro es como el velcro para las experiencias negativas y como el teflón para las experiencias positivas» y de este sesgo negativo de la mente no se puede culpar a nuestra educación ni a la sociedad porque la predisposición hacia lo negativo es una cuestión de supervivencia evolutiva. «Gracias a que durante toda la historia del ser humano las circunstancias peligrosas u hostiles han sido más determinantes que las positivas, el ser humano ha sobrevivido enfrentándose a ellas y tratando de superarlas», dice Miguel Ángel Rizaldos.
¿Por qué tanta negatividad?
Todos tenemos a algún amigo o familiar, o uno mismo, que piensa mal en todo momento: cree que le van a intentar timar en cualquier acuerdo, que después de una broma le van a criticar... La predisposición del cerebro hacia la negatividad es sobradamente conocida pero, como veníamos diciendo, si esta se asienta en nuestra vida, vamos por mal camino.
Miguel Ángel Rizaldos insta a hacer un esfuerzo deliberado y continuado para «contrarrestar esa tendencia innata a la catástrofe», a lo peor, y la única forma es elegir deliberadamente lo contrario: focalizar hacia lo positivo. «El neuropsicólogo Rich Hanson señala que lo importante es 'talking in the good', algo así como 'hablar de lo bueno'. Claro está que no se trata de evitar todas las experiencias negativas (algo imposible además de poco realista), sino cambiar el 'chip' y tomar otra filosofía frente a lo que nos acontece», informa el experto.
Y aunque, a priori, lo de pensar mal parezca algo inofensivo, si das valor a los pensamientos negativos, al cabo de los años tu cerebro habrá creado «autopistas de pensamiento» cada vez más pesimistas. Y esto se va retroalimentando. Tal como dice Miguel Ángel Rizaldos, «si ahora eres pesimista, en diez años lo serás mucho más». «Recuerda: tu cerebro se transforma en lo que le das de comer: si lo alimentas con ideas positivas, eso hará; si le das ideas negativas, eso brotará de él », advierte.
Como en todo, el cambio no sucede de la noche a la mañana porque un día no te despertarás sin rastro de esa negatividad que te acompañó a lo largo de mucho tiempo, pero con esfuerzo, voluntad y constancia, la mejora está asegurada.
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