Juan Soto

El capón de Vilalba

Ya empieza a estar uno cansado de tanta memez, de tanto sandio y de tanta Irene Montero a sueldo del erario

Juan Soto

Basta con sentido común

Al margen de memorias históricas, de munícipes descerebrados, de coyunturas políticas y de otros cainismos

Juan Soto

Necrolatría municipal

Se da el caso de que varios lucenses 'vítimas da Guerra Civil' ya tuvieron en su día y por años loores, recuerdos y epigrafía

El Garabato del Torreón

Grandío, cien años

Juan Soto

La efeméride encaja exactamente en el próximo 31 de diciembre

Juan Soto

Galicia con respeto

Para guardar fidelidad estética y narrativa a la Galicia genuina ya no valen excusas

Juan Soto

Una cierta hipocresía

Errejón es un presunto delincuente y un manifiesto gilipollas, pero no una excepción

Juan Soto

Bofetadas a los lucenses

La franquista Ley del Sector Ferroviario era ejemplo de buen servicio y funcionalidad al lado del desbarajuste montado por Adif, Adif-Alta Velocidad y lo que les cuelga

Juan Soto

El parto de los montes

La función de apertura del auditorio de Lugo correrá a cuenta de Ainhoa Arteta, nada que objetar

Juan Soto

Cuentas y no cuentos

Para estos deficientes las fiestas patronales tienen que correr por cuenta de la Xunta, como el Sergas o la Policía Autonómica

Juan Soto

Un médico osado

El doctor tuvo la osadía de denunciar el victimismo de algunos colegas sobre las guardias y lo mal pagado de su profesión

Juan Soto

El auditorio no está ocupado

El analfabetismo funcional, es decir, la incapacidad para la comprensión lectora, tiene sus ventajas y sus inconvenientes

Juan Soto

«Apertadas de cintura»

Ahora ya no quedan sastres, salvo los poquísimos que han logrado sobrevivir al tsunami de don Amancio

Juan Soto

Por nombres, que no quede

La RAG ha decidido dedicar el próximo día das Letras Galegas a 'as cantareiras'

Juan Soto

Los misterios de Rosalía

Murguía tuvo especial interés en dar a la hoguera muchos papeles rosalianos

Juan Soto

Primum animalia, deinde homines

El Concello de Lugo atiende al 'requiescat in pace' del caniche y al rito funeral del tímido jilguero, pero aplaza sine die la colocación de un simple monolito que perpetúe la memoria de tantos muertos como, en los terribles años de la Guerra Civil