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El PP afea a Losada los 400.000 euros que gasta cada año «en canapés»
Negreira reprocha al alcalde no haber apoyado su propuesta de recorte en protocolo y Feijóo pide acabar con la «decadencia» de La Coruña. Los alcaldes del PP pondrán en marcha proyectos de revitalización del castigado pequeño comercio
«Si hay que declarar los próximos cuatro años sin canapés, lo haré», aseguraba ayer el candidato popular a la alcaldía de La Coruña, Carlos Negreira, que condenó ante un auditorio convencido y en compañía de Alberto Núñez Feijóo la «opulencia» de un bipartito local que hace dos años se negó a apoyar el recorte de 10 millones propuesto por su formación para minimizar el gasto superfluo en el Palacio Municipal de María Pita.
Si Feijóo apuntaba en su intervención inicial a los «apaños» del alcalde —léase operación «Dedazo»—, Negreira centró sus críticas en el gasto superfluo del ejecutivo encabezado por Javier Losada. «Llevamos años advirtiendo al gobierno municipal de que no puede vivir en la opulencia. El primer pleno que convocaron fue para subir la masa salarial de sus concejales. Después, otra subida, y seis meses más tarde, la compra de dos coches», proseguía.
Negreira apostó por reducir los ocho coches oficiales que actualmente mantiene el municipio a uno, recortar a la mitad el número de asesores, y cercenar los gastos en exclusividades, conferencias y reuniones. «Opulencia», resumían los populares. Cargó especialmente el candidado del PP contra «los 80 millones (de las antiguas pesetas) en relaciones públicas y protocolo» que cada año destinan los presupuestos municipales a esta partida, «sabiendo cómo están las personas en la calle». También aludió a «gastos superfluos inadmisibles e intolerables» de la alcaldía.
Mayoría y estabilidad
Por su parte, Núñez Feijóo apeló a la «nostalgia de tiempos pasados de crecimiento» de la ciudad, entre los que se intuye estaba también el vazquismo, para evidenciar la necesidad de una mayoría estable que aboque al fin a una etapa de «falta de un liderazgo que oriente e ilusione». «La Coruña se desvanece con coaliciones paralizantes y resurge con maorías coherentes: de ahí la disyuntiva en las próximas elecciones».
Feijóo apuntó a las urnas como el único modo de conseguir que «esta etapa de decadencia se convierta en un breve paréntesis». «Mientras otros ofrecen apaños, los populares ofrecen soluciones», añadía. El tratamiento que el líder del PP gallego prescribió para la abulia de la ciudad es «estabilidad política», «la misma de la que Galicia se benefició desde las pasadas autonómicas», frente a la «libertad política condicional», que «es lo que sucedió en La Coruña estos cuatro años». «Prometen recetas que no podrán cumplir»», remarcó
A nivel autonómico, avanzó que los alcaldes del PP apoyarán el comercio tradicional, más allá del plan ya activado por la Xunta, con un proyecto que garantice la pervivencia de los pequeños establecimientos, «para mantener e incluso incrementar el nivel de empleo». En una comarca donde se han inaugurado decenas de miles de metros cuadrados de grandes superficies comerciales en los últimos años, Feijóo explicó que este programa de relanzamiento del colectivo se apoyará en el asociacionismo y las mesas de comercio local implementadas en la nueva Ley del sector.
Soraya y el AVE
La portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Soraya Sáenz de Santamaría, recordó ayer en Ourense, primer punto de llegada del AVE a Galicia, que el próximo 24 de mayo «se discutirá en el Congreso de los Diputados una moción en la que reclamarán al ministro de Fomento, José Blanco, que en el plazo de 15 días presente todos los acuerdos, los proyectos que ha licitado o va a licitar en los próximos meses». «Necesitamos tener toda la información necesaria para hacer seguimiento y poder constatar que cumple su palabra y el compromiso con todos los gallegos», apostilló. Sáenz de Santamaría aprovechó su paso por la urbe para respaldar la campaña del PP y adelantar que su grupo acababa de registrar la solicitud de comparecencia de Blanco para que explique el porqué de «los retrasos cada vez más constantes que se dan en el ámbito de la navegación aérea española».
Feijóo, el bambú y Awoke
Por la tarde Feijóo cumplió con su paseo por Ferrol bajo un sol veraniego. Primera parada. Un bambú de la suerte para unas señoras que disfrutaban de la agradable temperatura. «Ponga esto en la huerta, se mantiene solo», aconsejó el líder popular. «¿Lo conocen?», les preguntó, mirando al candidato José Manuel Rey Varela. Una sí, la otra no. «Pues ya lo conocerá», presagió. «Pero a usted sí», replicó ella. «Bueno, es que yo no soy tan joven», anotó al momento, con una sonrisa, el presidente gallego. «Mi padre y mi madre eran del PP», aclaró un hombre que estrechó su mano por la calle.
En la misma travesía se presenta una mujer emocionada: «Salude a mi hija, a mi hija». El líder del PP de Galicia va a la tienda, «es una joven emprendedora», comenta. Más besos, fotos y bambús de la suerte. «¿Quién tiene más de 18?», pregunta a un corrillo de chiquillos. Nadie. «Pero un bambú de la suerte sí os podemos dar», puntualiza. La anécdota del día la marcó el pequeño Awoke, un niño de color. «¿Quién es éste?», le preguntó Alberto Núñez señalando a Rey Varela. «Es el alcalde», contestó el crío, sin inmutarse. «Es un tío bien informado. Ya sabe quién es el alcalde antes del domingo», subrayó un emocionado Feijóo. «Sí, y voy a ir a Etiopía a buscar a mi hermanita», le contó el pequeño.
El encuentro siguiente fue con una vecina peliteñida, de rosa y violeta. Un abrazo, y un pelo que combinaba con el atuendo fue el comentario. Más tarde, conversación en un negocio de ropa. «¿Cuándo empiezan las rebajas?», consultó Feijóo. «Para usted, ahora mismo tengo un traje bueno para el fin de campaña. Seguro que con él saca mayorías absolutas». Risas. Charlas en bancos de la alameda, «pueden darnos un bolígrafo, que el programa de Rey Varela lo tenemos, y lo vamos a votar», aclara un grupillo de ancianas. «Lo intentaremos Jose», prometen otras chicas. Es profeta en su pueblo, y eso se percibe.
A las ocho y media, en Narón; Feijóo presentó al PP como «el cambio ante la división y el malgasto». «Pretendemos ser el gobierno de las mayorías, el domingo habrá muchas papeletas, pero el lunes solo dos opciones. No vamos a renunciar a ningún voto, porque queremos gobernar para todos», avisó. «Necesitamos un último impulso, y cuando hay una economía enferma, un médico que la sane», concluyó, aludiendo a la profesión del aspirante local, Miguel de Santiago.
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