Abatido a tiros un diputado ruso, miembro del partido de Berezovski
Serguei Yushenkov, un diputado ruso cercano al magnate Boris Berezovski, fue abatido ayer a tiros en Moscú. El asesinato tiene dos semanas después de que las autoridades británicas iniciaran el examen de la petición de extradición presentada por Rusia contra el oligarca, que vive en Londres desde hace tres años y que acababa de anunciar su intención de volver a la política rusa como candidato en las próximas elecciones legislativas.
Yushenkov, de 52 años, regresaba ayer por la tarde de la Duma, como era habitual. Su chófer lo llevó hasta su casa, en el barrio de Tushino, en el noroeste de la capital. Cuando el diputado cerró tras de sí la puerta del edificio, resonaron los disparos de los sicarios que le esperaban en el interior. La víctima recibió varios balazos en el pecho y murió prácticamente en el acto.
Los asesinatos de figuras opositoras no son algo desconocido en la Rusia postcomunista, incluida la «era Putin». En los casos anteriores, como el de la dirigente liberal Galina Starovoitova, en 1998, los medios independientes apuntaron a la larga mano del poder como último responsable. En Rusia muchos tienen claro que éste es un nuevo ajuste de cuentas en la guerra soterrada que enfrenta al Kremlin contra el «Gran Rasputín» de la era Yeltsin, Boris Berezovski, quen ayer se declaró «aterrorizado» por lo sucedido.
Se da la circunstancia de que el partido Rusia Liberal, fundado por el oligarca y al que pertenecía Yushenkov, consiguió precisamente ayer su registro oficial después de meses de forcejeo con las autoridades, las cuales obligaron a Berezovski a borrar su nombre de las listas.
Aunque Berezovski pasa por ser uno de los «ingenieros» de la llegada de Putin al poder, el magnate pronto se peleó con el nuevo inquilino del Kremlin, que no parecía dispuesto a darle un papel tan importante como su predecesor en la política del país. Al igual que Platón, el personaje de la película «Oligarca» que se inspira en su vida y que ha hecho furor en Rusia, Berezovski ha perdido influencia progresivamente. A la vista de lo ocurrido, tendrá que jugar bien sus cartas para que su vida no imite demasiado al arte y se produzca un desenlace parecido al de su sosias cinematográfico, caído bajo las balas como los dos diputados.
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