Los españoles que se apellidan Japón
El príncipe Naruhito plantará un cerezo en Coria del Río (Sevilla) para celebrar los 400 años de la Embajada Keicho

Los españoles que se apellidan Japón descienden, salvo anomalía, de diplomáticos japonenes, o, al menos, de miembros de la Embajada Keicho, que fue la primera delegación oficial enviada por el (futuro) Imperio del Sol Naciente al Imperio donde no se ponía el Sol. Corría el año 1613 y muchos viajeros nipones decidieron que Coria del Río, cerca de Sevilla, era un buen lugar para vivir. El recuerdo de aquella aventura continúa vivo en los casi 700 españoles que llevan el apellido Japón; algunos, además, conservan rasgos orientales.
El príncipe heredero del Japón, Naruhito, plantará un cerezo -uno de los símbolos de su país- en Coria del Río para celebrar el 400 aniversario del histórico viaje. Pese a su nombre, Naruhito tiene 53 años y es el hijo mayor del emperador Akihito y de la emperatriz Michiko (que a veces se refiere a su hijo con su propio nombre, Mi-chiko). Naruhito está casado con Masako Owada y tiene una hija llamada Aiko, la princesa Toshi.
La Asociación Hispano Japonesa Hasekura Tsunenaga agrupa a los españoles que se apellidan Japón y otros interesados en la fluida relación entre Coria del Río y el país oriental. Tsunenaga era el samurái que encabezó la delegación japonesa y que fue bautizado en Madrid. Y el presidente de la asociación se llama Juan Francisco Japón. Éste informó a Efe de que a partir de octubre serán los turistas japoneses -que son muchos- quienes planten cerezos a lo largo del Guadalquivir. Así pronto florecerá un hermoso jardín, escenario ideal para celebrar El Día del Cerezo, una fiesta muy popular en Japón que reúne a las familias en comidas al aire libre, y que Coria quiere importar.
Con una población de 30.000 habitantes, Coria del Río brilla con luz propia en las guías turísticas japonesas sobre España. No en vano 3.000 japoneses la visitan cada año. En un parque junto al río, se yergue una estatuta del samurái Tsunenaga, junto a la que los turistas nipones -siempre con la cámara de fotos a mano- suelen posar. Tsunenaga será testigo de la plantación del cerezo por Naruhito.
Noticias relacionadas
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete